Estudio bíblico: La sentencia que el rey David dictó contra sí mismo.
"Dios les bendiga infinitamente, en ésta ocasión analizaremos el capítulo 12 versículos 5 y 6 del segundo libro de Samuel, en el Antiguo Testamento de la Santa Biblia.”
El rey David como todo ser humano se equivocó en varias ocasiones, cometiendo pecados contra Dios, antes de ser rey, tal como él mismo lo escribió, según leemos en el libro de los Salmos:
“En verdad, soy malo desde que nací;
soy pecador desde el seno de mi madre.” Salmo 51.5 versión Dios Habla Hoy.
soy pecador desde el seno de mi madre.” Salmo 51.5 versión Dios Habla Hoy.
Así mismo estando en el trono del reino de Israel, es decir, luciendo la corona real, también cometió terribles pecados contra Dios.
En el capítulo 11 del segundo libro del profeta y caudillo Samuel, leemos que el rey David cometió adulterio con Betsabé, esposa de Urías el hitita, un fiel y valiente soldado al servicio del rey, que estaba en el campo de batalla luchando contra los amonitas, quienes eran enemigos del reino de Israel. Como resultado del adulterio, Betsabé quedó embarazada del rey David, por lo que éste, actuando sin misericordia utilizó a sus enemigos los amonitas para matar a su soldado, para luego quedarse con Betsabé.
Por lo que Dios envió al profeta Natán, a reprender al rey David, con la siguiente parábola:
“El Señor envió al profeta Natán a ver a David. Cuando Natán se presentó ante él, le dijo:
—En una ciudad había dos hombres. Uno era rico y el otro pobre. El rico tenía gran cantidad de ovejas y vacas, pero el pobre no tenía más que una ovejita que había comprado. Y él mismo la crió, y la ovejita creció en compañía suya y de sus hijos; comía de su misma comida, bebía en su mismo vaso y dormía en su pecho. ¡Aquel hombre la quería como a una hija! Un día, un viajero llegó a visitar al hombre rico; pero éste no quiso tomar ninguna de sus ovejas o vacas para preparar comida a su visitante, sino que le quitó al hombre pobre su ovejita y la preparó para dársela al que había llegado.” 2 Samuel 12.1-4
Después que Natán terminara de contar la historia, sin saberlo, el rey David dictó su propia sentencia condenatoria, la cual estamos analizando a la luz de la palabra del Señor.
Entonces se encendió el furor de David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte. Y debe pagar la cordera con cuatro tantos, porque hizo tal cosa, y no tuvo misericordia." 2 Samuel 12.5-6 versión Reina Valera 1960.
En aquellos tiempos, el monarca tenía el poder absoluto en cuanto a gobernar a sus súbditos, pues tenía los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, por lo tanto era deber del rey estar al tanto de las leyes que regían a su pueblo, pues era su tarea impartir justicia.
“Cuando el rey tome posesión del poder, mandará que le hagan una copia escrita de esta enseñanza, tomada del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas. Siempre deberá tener esa copia consigo, y leerla todos los días de su vida, para que aprenda a reverenciar al Señor su Dios, a respetar todo el contenido de esta enseñanza y a poner en práctica sus mandatos, para que no se crea superior a sus compatriotas ni se aparte para nada de estos mandamientos. Así, tanto él como sus descendientes tendrán un largo reinado en Israel.” Deuteronomio 17.18-20 versión Dios Habla Hoy.
Tal como podemos ver claramente, el rey David meditaba constantemente en la ley que el Señor le dio a conocer a la nación de Israel a través de Moisés.
“En caso de que alguien robe un buey o una oveja, y lo mate o lo venda, tendrá que pagar cinco reses por el buey y cuatro ovejas por la oveja.” Éxodo 22.1 versión Dios Habla Hoy.
Pero obviamente, de los diez mandamientos dados por Moisés, pasó por alto los últimos cinco, que están en el libro de Éxodo 20.13-17 versión Dios Habla Hoy, y que leemos a continuación:
»No mates.
»No cometas adulterio.
»No robes.
»No digas mentiras en perjuicio de tu prójimo.
»No codicies la casa de tu prójimo: no codicies su mujer, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que le pertenezca.
El rey quebrantó tales mandamientos, al codiciar la mujer de su soldado Urías, le mintió a sus sirvientes al ocultarles la mala intención de que llevaran a Betsabé ante su presencia solamente para adulterar con ella, así mismo le mintió a Urías al tratar de emborracharlo y convencerlo de que tuviera relaciones sexuales con Betsabé para hacer creer a todo el mundo que el hijo que esperaba Betsabé no era del rey, pero al no salirse con la suya el rey David organizó un plan para que los amonitas, enemigos del reino de Israel mataran a su leal soldado Urías hitita, para robarle su esposa amada.
Es algo increíble, pero el rey David, realizó las tres acciones que el diablo realiza:
“El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” San Juan 10.10 versión Dios Habla Hoy.
El rey David robó la esposa a un inocente soldado, lo mandó a la muerte y destruyó ese matrimonio.
Ahora analicemos en que consistió la sentencia que el rey dictó en cuanto a sí mismo, respecto a que el culpable fuera condenado a pagar cuatro veces el valor de la oveja que robó y mató, según la ley mosaica.
“David se enfureció mucho contra aquel hombre, y le dijo a Natán:
—¡Te juro por Dios que quien ha hecho tal cosa merece la muerte! ¡Y debe pagar cuatro veces el valor de la ovejita, porque actuó sin mostrar ninguna compasión!
Entonces Natán le dijo:
—¡Tú eres ese hombre! Y esto es lo que ha declarado el Señor, el Dios de Israel: “Yo te escogí como rey de Israel, y te libré del poder de Saúl; te di el palacio y las mujeres de tu señor, y aun el reino de Israel y Judá. Por si esto fuera poco, te habría añadido muchas cosas más. ¿Por qué despreciaste mi palabra, e hiciste lo que no me agrada? Has asesinado a Urías el hitita, usando a los amonitas para matarlo, y te has apoderado de su mujer. Puesto que me has menospreciado al apoderarte de la esposa de Urías el hitita para hacerla tu mujer, jamás se apartará de tu casa la violencia.” 2 Samuel 12.5-10 versión Dios Habla Hoy.
La Biblia señala que el rey David engendró varios hijos:
“Los hijos de David nacidos en Hebrón fueron: el mayor, Amnón, hijo de Ahinóam, la de Jezreel; el segundo, Daniel, hijo de Abigail, de Carmel; el tercero, Absalón, hijo de Maacá, la hija de Talmai, rey de Guesur; el cuarto, Adonías, hijo de Haguit; el quinto, Sefatías, hijo de Abital; y el sexto, Itream, hijo de Eglá, otra esposa de David. Estos seis hijos de David nacieron en Hebrón, donde reinó durante siete años y seis meses. Luego reinó treinta y tres años en Jerusalén, donde le nacieron cuatro hijos más: Simá, Sobab, Natán y Salomón, todos ellos hijos de Betsabé, hija de Amiel. Tuvo además otros nueve hijos: Ibhar, Elisamá, Elifélet, Nógah, Néfeg, Jafía, Elisamá, Eliadá y Elifélet. Todos estos fueron hijos de David, sin contar los hijos tenidos de las concubinas. Tamar fue hermana de ellos.” 1 Cronicas 3.1-9 versión Dios Habla Hoy
La Biblia detalla que cuatro hijos del rey David murieron de una forma trágica. Es decir, que por la muerte trágica de Urías el hitita, debían morir cuatro hijos del rey David.
Primer hijo del rey David que murió de forma trágica:
La Biblia no registra el nombre de éste primer hijo del rey, que murió por enfermedad, y que al morir lentamente causó un sufrimiento terrible al rey David.
“David admitió ante Natán:
—He pecado contra el Señor.
Y Natán le respondió:
—El Señor no te va a castigar a ti por tu pecado, y no morirás. Pero como has ofendido gravemente al Señor, tu hijo recién nacido tendrá que morir.
Y cuando Natán volvió a su casa, el Señor hizo que el niño que David había tenido con la mujer de Urías se enfermara gravemente. Entonces David rogó a Dios por el niño, y ayunó y se pasó las noches acostado en el suelo. Los ancianos que vivían en su palacio iban a rogarle que se levantara del suelo, pero él se negaba a hacerlo, y tampoco comía con ellos.
Siete días después murió el niño, y los oficiales de David tenían miedo de decírselo, pues pensaban: «Si cuando el niño aún vivía, le hablábamos y no nos hacía caso, ¿cómo vamos ahora a decirle que el niño ha muerto? ¡Puede cometer una barbaridad!” 2 Samuel 12.14-19 versión Dios Habla Hoy
Segundo hijo del rey David que murió de forma trágica:
El segundo hijo del rey que murió de una forma trágica, fue el primogénito del rey David, su nombre era Amnón, y fue asesinado por los siervos de su medio hermano Absalón, obedeciendo las órdenes del príncipe Absalón, pues éste odiaba a su medio hermano por parte de padre, porque anteriormente el príncipe Amnón había engañado a Tamar y la había forzado a tener relaciones sexuales con él, quien era también media hermana por parte de padre del príncipe Amnón, de lo cual se enteró el rey, pero como era su primogenito no lo amonestó, lo cual hizo nacer un odio en Absalón, ya que ésta princesa era hermana de padre y madre del príncipe Absalón.
“Mas Absalón no habló con Amnón ni malo ni bueno; aunque Absalón aborrecía a Amnón, porque había forzado a Tamar su hermana. Aconteció pasados dos años, que Absalón tenía esquiladores en Baal-hazor, que está junto a Efraín; y convidó Absalón a todos los hijos del rey. Y vino Absalón al rey, y dijo: He aquí, tu siervo tiene ahora esquiladores; yo ruego que venga el rey y sus siervos con tu siervo. Y respondió el rey a Absalón: No, hijo mío, no vamos todos, para que no te seamos gravosos. Y aunque porfió con él, no quiso ir, mas le bendijo. Entonces dijo Absalón: Pues si no, te ruego que venga con nosotros Amnón mi hermano. Y el rey le respondió: ¿Para qué ha de ir contigo? Pero como Absalón le importunaba, dejó ir con él a Amnón y a todos los hijos del rey. Y Absalón había dado orden a sus criados, diciendo: Os ruego que miréis cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino; y al decir yo: Herid a Amnón, entonces matadle, y no temáis, pues yo os lo he mandado. Esforzaos, pues, y sed valientes. Y los criados de Absalón hicieron con Amnón como Absalón les había mandado. Entonces se levantaron todos los hijos del rey, y montaron cada uno en su mula, y huyeron.” 2 Samuel 13.22-29 versión Reina Valera 1960
Tercer hijo del rey David que murió trágicamente:
El tercer hijo del rey David que murió en el campo de batalla fue Absalón, el cual fue asesinado por un general del rey David: Joab hijo de Sarvia, debido a conflictos personales que ya existían entre ellos, a pesar de la orden del rey de no atentar contra la vida de su hijo, quien se había rebelado contra su padre haciendo que la nación se dividiera, en una guerra civil con el fin de matar a su padre y quedar reinando en toda la nación de Israel.
”Y se encontró Absalón con los siervos de David; e iba Absalón sobre un mulo, y el mulo entró por debajo de las ramas espesas de una gran encina, y se le enredó la cabeza en la encina, y Absalón quedó suspendido entre el cielo y la tierra; y el mulo en que iba pasó delante. Viéndolo uno, avisó a Joab, diciendo: He aquí que he visto a Absalón colgado de una encina. Y Joab respondió al hombre que le daba la nueva: Y viéndolo tú, ¿por qué no le mataste luego allí echándole a tierra? Me hubiera placido darte diez siclos de plata, y un talabarte. El hombre dijo a Joab: Aunque me pesaras mil siclos de plata, no extendería yo mi mano contra el hijo del rey; porque nosotros oímos cuando el rey te mandó a ti y a Abisai y a Itai, diciendo: Mirad que ninguno toque al joven Absalón. Por otra parte, habría yo hecho traición contra mi vida, pues que al rey nada se le esconde, y tú mismo estarías en contra. Y respondió Joab: No malgastaré mi tiempo contigo. Y tomando tres dardos en su mano, los clavó en el corazón de Absalón, quien estaba aún vivo en medio de la encina. Y diez jóvenes escuderos de Joab rodearon e hirieron a Absalón, y acabaron de matarle. Entonces Joab tocó la trompeta, y el pueblo se volvió de seguir a Israel, porque Joab detuvo al pueblo. Tomando después a Absalón, le echaron en un gran hoyo en el bosque, y levantaron sobre él un montón muy grande de piedras; y todo Israel huyó, cada uno a su tienda.” 2 Samuel 18.9-17 versión Reina Valera 1960
Cuarto hijo del rey David que murió trágicamente:
El cuarto hijo del rey que murió de una forma tan trágica fue el príncipe Adonías, quien se disputaba el trono de Israel con su medio hermano, el príncipe Salomón, el cual fue elegido por Dios para reinar y fue confirmado en el trono por un rey David ya anciano, ya que ambos príncipes eran hijos del rey David, pero eran hijos de diferente madre; y Adonías fue asesinado mediante la orden que dio el rey Salomón a Benaía hijo de Joiada, para que su trono no se viera amenazado y así pudiera reinar con tranquilidad en Israel, pero en éste último caso el rey David ya había muerto.
“Y el rey Salomón juró por Jehová, diciendo: Así me haga Dios y aun me añada, que contra su vida ha hablado Adonías estas palabras. Ahora, pues, vive Jehová, quien me ha confirmado y me ha puesto sobre el trono de David mi padre, y quien me ha hecho casa, como me había dicho, que Adonías morirá hoy. Entonces el rey Salomón envió por mano de Benaía hijo de Joiada, el cual arremetió contra él, y murió.” 1 Reyes 2.23-25 versión Reina Valera.
Cuatro muertes trágicas que registra la Biblia en referencia a los hijos del rey David, que fue el precio de haber pecado contra Dios en cuanto a la muerte de Urías el hitita.
Todo ser humano en toda la historia de ésta humanidad ha pecado, lo cual nos aleja de la comunión con Dios, pero Dios nos limpia del pecado y de la condenación eterna, perdonándonos por la sangre que su Hijo Jesús derramó en la cruz, si todavía no tienes a Jesús el Hijo de Dios en tu corazón, por favor, con tu voz repite la siguiente oración para que tengas la vida eterna.
Próximamente seguiremos analizando éste estudio que está muy interesante. Que Dios derrame abundantes y maravillosas bendiciones sobre sus vidas mis estimados lectores.
Padre, reconozco que soy un/a pecador/a, y creo que me amaste tanto que enviaste a tu Hijo Jesús a morir en la cruz en mi lugar y que él resucitó al tercer día para salvarme de la condenación y darme la vida eterna, yo le abro la puerta de mi corazón a tu Hijo amado Jesús, para que entre como el Salvador y Señor de mi vida, quien me ha perdonado de toda mi maldad, lléname con la plenitud de tu Espíritu Santo para obedecerte y ser bendecido por el poder de tu amor, gracias por escribir mi nombre en el libro de la vida y hacer fiesta en el cielo al recibirme como tu hijo/a. Amén.
Próximamente seguiremos analizando éste estudio que está muy interesante. Que Dios derrame abundantes y maravillosas bendiciones sobre sus vidas mis estimados lectores.
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